Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Romanos 12:1 (RVR1960)
Aquí hay un pensamiento de Lauren Daigle:
“Aquí están mis esperanzas, aquí están mis dudas, aquí están las cosas que no puedo comprender… Y te tomaré en tu palabra infalible. Más que todo lo que deseo, te buscaré primero. Bendeciré tu nombre cuando la noche se alargue. Dios, tienes mi rendición.”
El culto del domingo por la mañana fue hermoso y conmovedor. Al levantar las manos para adorar a mi Rey, mi corazón se sintió conmovido a la rendición. Me encantan los servicios de adoración porque sé que allí me encuentro con Jesús. La Biblia nos dice que Dios habita en las alabanzas de su pueblo, así que puedes ver por qué una congregación que canta sus alabanzas es el lugar perfecto para encontrarnos con Él.
Al volver a casa y repasar mi lista de tareas, comencé a preguntarme cómo podía mantener esta actitud de adoración en mi corazón durante todo el día. ¿Pongo un álbum de adoración y canto? Cuando lo hago, me pierdo en la adoración… ¡y no logro avanzar mucho! Esa no era la respuesta que buscaba, así que le pregunté al Señor.
Dos versículos vinieron a mi mente:
“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.”
Romanos 12:1 (RVR1960)
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”
Juan 4:23 (RVR1960)
Reflexioné sobre estos versículos durante unos días, tratando de entender cómo incorporar la adoración a mi vida diaria. Entonces, entre la ropa sucia, lo vi claro: Dios quiere que todo lo que haga le traiga gloria (1 Corintios 10:31). Si Él conoce los planes que tiene para mí (Jeremías 29:11) y me ha dado la vida de esposa y madre, mi acto espiritual de adoración es glorificar Su nombre en todo lo que hago. Ya sea doblando ropa, corriendo a mis actividades o preparando una comida, adoro honrando a Dios en las tareas que tengo por delante.
Ser un sacrificio vivo es lo que mi padre siempre llama “morir a uno mismo”. Es dejar a un lado mi corazón quejoso y volver a enfocarme en el Señor y Sus caminos, presentando todo lo que hago como una ofrenda. En Juan 4, Jesús le dice a la mujer junto al pozo que adoraremos en espíritu y en verdad.
La adoración es un acto de devoción generalmente dirigido a una deidad. Puede hacerse de manera individual, en un grupo, informal o formal, o por medio de un líder.
¿Lo ves? La adoración es un acto de devoción. Sabemos cómo mostrar devoción a nuestra familia y amigos; eso parece fácil. Lo mismo ocurre con Dios. Vivir con un corazón de devoción hacia nuestro Creador y Salvador se refleja en todo lo que hacemos. Cuando vivimos para mostrarle nuestra devoción, vivimos vidas sacrificadas, porque lo amamos más de lo que deseamos hacer las cosas a nuestra manera.
La adoración es la posición de nuestro corazón. Se centra en a quién adoramos y por qué hacemos lo que hacemos. La adoración no son solo cantos de alabanza, sino una vida de alabanza.
En esta temporada, mientras aprendes a permanecer en Jesús, deja que un corazón de adoración te acerque más a Su presencia y a la Vid, porque hay vida cuando permanecemos en la Vid.
Bendiciones y amor,
Katie
💭 Preguntas para reflexionar
Por favor, anótalas en tu diario y ora por ellas:
- Cuando escuchas la palabra “adoración”, ¿qué te viene a la mente?
- Si aún no lo haces, ¿cómo puedes empezar a ver la adoración como una postura del corazón, en lugar de solo cantar canciones?
- ¿Cómo puedes presentarte como un sacrificio vivo a lo largo del día?
🌿 Ideas llenas de fe
- Comienza el día con música de adoración. Pregunta al Señor cómo convertir tu lista de tareas en un acto de adoración. Recuerda: la música no es adoración, pero puede ayudarte a recordar que tu corazón está adorando en todo lo que haces.
- Escribe recordatorios visuales para vivir como una adoradora. Pueden ser notas adhesivas, una pintura, un gráfico impreso… algo que mantenga tu enfoque en el Señor.
- Invita a tus hijos a unirse a la adoración con música. Este será un momento dulce para compartir con ellos. Durante el día, recuérdales que las acciones también son adoración. Por ejemplo, puedes decirles:
«Compartir nuestros juguetes es un acto de adoración. Muestra a los demás el amor de Jesús.»
Estos pequeños gestos les ayudarán a entender que la adoración no se limita a cantar en la iglesia.
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