“…corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Hebreos 12:1c-2 (RVR1960)
¡No me gustan las noches largas ni las madrugadas! Prefiero el lema de “acostarse temprano y levantarse temprano hace feliz, sano y sabio”. Sin embargo, mis hijos ya son jóvenes adultos, y la perseverancia es lo que más necesito. ¡Soportar la fatiga para poder disfrutar un poco de su día o abrazarlos y decirles que los amo mientras salen corriendo por la puerta vale la pena!
Con frecuencia recuerdo cómo Dios me condicionó cuando mis hijos eran pequeños. Durante las interrupciones nocturnas, Dios me habló repetidamente al corazón diciéndome que no serían pequeños por mucho tiempo y me recordó que debía disfrutar del tiempo incluso cuando fuera difícil. Me alegra mucho haber aprendido esa lección con los bebés, para poder practicarla de nuevo con el joven y la joven que viven bajo mi techo.
Perseverar significa perseverar en los momentos difíciles: permanecer despiertos, accesibles, alertas, listas, perseverar. Perseverar es perseverar cuando queremos retirarnos, cuando queremos tirar la toalla, pero en el fondo sabemos que debemos continuar. Jesús soportó el sufrimiento de la cruz por “el gozo puesto delante de él” (Hebreos 12:2). Tú y yo éramos el gozo. Estar con él por la eternidad fue su gozo. ¿Cuál es tu gozo? ¿Por qué perseverar?
Mientras cuidas a un niño enfermo o meces a un bebé en medio de la noche, deseando que todo pase rápido, ora. Pídele al Señor que te recuerde el gozo puesto delante de ti en esa situación. Si ahora pasan jóvenes por tu puerta a todas horas del día y de la noche, y sientes que la fatiga sofoca tu alegría, ora. Pide al Señor que te dé perseverancia para correr la carrera.
Esta semana, dedica tiempo a encontrar tu razón para perseverar. Toma una hoja de papel y escribe cuál es la alegría que tienes ante ti en tu situación. Colócala donde te la recuerdes cuando te cueste soportarla. Quizás simplemente necesites renovar tu determinación de perseverar. Ya sea que necesites perseverancia en tu matrimonio, perseverancia para guiar continuamente a tus hijos hacia el Señor o perseverancia para terminar el proyecto laboral con fuerza, se necesita determinación y una visión clara de la alegría que tienes ante ti. Apóyate en los brazos fuertes de Jesús y deja que el Espíritu Santo te guíe. Recuerda… el gozo del Señor es nuestra fuerza (Nehemías 8:10 NVI).
Bendiciones y amor,
Katie Sadler y el equipo del Club de ayuda para mamás
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Intentionality has been a motivator throughout motherhood, schooling my children, blogging and in my marriage. I love beauty, as it points me to my Savior, a great cup of coffee and time with family and friends.
I love 1 Corinthians 15:58 “Therefore, my beloved brothers, be steadfast, immovable, always abounding in the work of the Lord, knowing that in the Lord your labor is not in vain.” It reminds me in the mundane and hard places that God is with me and what I am doing is NOT in vain.
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