“Dios nos dio muestras de su amor al enviar al mundo a Jesús, su único Hijo, para que por medio de él todos nosotros tengamos vida eterna. El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio.”. 1 Juan 4:9-10 (TLA)
El Niño Jesús – El regalo del amor
“Durante veinte siglos, ha habido un sinnúmero de hombres y mujeres que han sido tan cautivados por el Niño que nació, tan atrapados en el mensaje que enseñó y la vida que vivió, que se han encontrado profundamente cambiados por su relación con él”. Frederick Buechner
- Recuerda llamar a tu compañera de oración hoy. Ora por tus celebraciones navideñas, tus invitados, el trabajo que te queda por hacer y cualquier otra cosa que se te ocurra.
- Esta temporada, mientras celebramos a Jesús, recordemos el gran, gran amor de Dios. Pídele al Espíritu Santo que te ministre acerca de Su nacimiento. Su amor descendió del cielo a la tierra. Él vino como un bebé, un siervo Salvador, ¡y todavía cambia vidas hoy!
- Acompáñenme a leer 1 Juan 4:7-21. Esta porción de las Escrituras explica cómo el amor motivó al Padre cuando envió a Jesús para liberarnos. Escribe el versículo 10 en su diario.
A menudo nos referimos al amor como un sentimiento, un afecto fuerte con un apego al placer, algo sensiblero, algo en lo que puedes caer y salir. Sin embargo, nuestro Creador, el Autor, personifica un tipo de amor claramente mejor, más asombroso. ¿Cómo podemos explicarlo? El amor ágape de Dios se explica en 1 Corintios 13 (MSG). Tómese un tiempo para meditar en esto:
Nunca se da por vencido. Se preocupa más por los demás que por sí mismo. No quiere lo que no tiene. No se pavonea, no se envanece, no impone a los demás, no siempre piensa “yo primero”, no pierde los estribos, no lleva la cuenta de los pecados de los demás, no se regocija cuando los demás se humillan, se deleita en el florecimiento de la verdad, aguanta todo, confía siempre en Dios, siempre busca lo mejor, nunca mira atrás, sigue hasta el final.
¡Oh, qué desinteresado y humilde! Este es el carácter de Jesús, tan perfecto e incondicional, más allá de cualquier otro buen ejemplo humano de amor que hayamos conocido. Esta descripción nos muestra quién es Él y por qué vino como un bebé. ¡El asombroso amor de Dios nos impulsó a la acción! Él nos dio lo que nunca podríamos merecer, algo que cambió nuestra vida, ¡enviado directamente a nosotros desde Su propio corazón! “Dios nos dio muestras de su amor al enviar al mundo a Jesús, su único Hijo, para que por medio de él todos nosotros tengamos vida eterna.” (1 Juan 4:9).
Mamá, Dios te amó primero. ¡Deja que Su amor te cambie! Él te envió un salvavidas antes de que nacieras. Su salvación llegó a nuestro mundo directamente de Su corazón. Un bebé, Su Hijo, perfecto en todo sentido: en cuerpo, alma y espíritu. El amor perfecto encarnó a este niño.
Porque Jesús vino, nosotros (los que creemos) ahora moramos en Él y Él mora en nosotros a través de Su Espíritu (1 Juan 4:13). Su Palabra dice que como Él es, así somos nosotras, aquí, ahora mismo en este mundo. Nos convertimos en amor cuando moramos en la Vid, y esto prueba que somos Sus hijas. Otros pueden experimentar el amor ágape del Padre a través de nosotras, ¡que es también la razón por la que Él vino!
Te animo a que te deleites en Su amor; date permiso para recibir este hermoso regalo hoy. Se necesita esfuerzo para aceptar Su amor, Su gracia, Su misericordia (hermosos regalos que no merecemos), pero son tan importantes para absorber como el aire que respiramos. No podemos exhalar sin inhalar. Necesitamos el oxígeno (amor) de Dios o moriremos. Cuando nuestra capacidad de absorber se vuelve menor que la de dar, nos agotamos.
Tómate tiempo para:
sentarte • descansar • recordar • recibir • llenarte
El Niño Jesús, un regalo de amor enviado por el Padre. Volvamos los corazones de nuestros hogares hacia el cielo en esta temporada navideña. Mientras nos deleitamos en Su bondad, arrodillémonos, ¡adoremos verdaderamente al Dios que nos ama! Luego, demos a los demás lo que hemos recibido. ¡Este es el testimonio de Jesús obrando en nuestras vidas, prueba de que Él reside en nosotras!
Bendiciones y amor,
Mari Jo y el equipo del Club de Ayuda para Mamás
Preguntas para reflexionar
- ¿De dónde se origina el amor?
- ¿Cómo puedes saber que Dios te ama?
- ¿Quién amó primero (Dios o nosotras)?
- ¿Qué puedes hacer con el amor que has recibido?
Ideas llenas de fe
En celebración del nacimiento de nuestro Señor y Salvador este año, ponte como meta mantenerte enfocado únicamente en Jesús, adorarlo en esta temporada. ¡Deja que Él sea el centro de todo lo que hagas! Es tan fácil celebrar con solo “yo y los míos”. ¡Intenta salir de tu zona de confort! Ora para invitar a un vecino o familiar no salvo a tu hogar. Comparte con ellos el amor de Dios, lee la historia de Su nacimiento y dígales por qué vino.
Este devocional proviene de nuestro libro “La mujer sabia sabe”. ¡Puede encontrarlo AQUÍ!
- Living a Lifestyle of Prayer: Hearing the Voice of the Shepherd - November 16, 2025
- Mom to Mom with Mari Jo - September 21, 2025
- La bondad de Dios: Un fundamento para mi fe - September 18, 2025


